Motivar a tu audiencia a descubrir los conceptos y relaciones de tu información es de las mejores estrategias de enseñanza que existen. Pero, ¿es posible usar este modelo educativo sin un docente in situ?
Todos tenemos diferentes formas de absorber la información. En lo que podemos estar seguros, es que, aunque seas un aprendiz visual o textual, el involucrar nuestros sentidos en una práctica o nuestro proceso cognitivo a un concepto externo nos permite integrarnos a la información por lo que el aprendizaje se vuelve certero. Descubrir por nosotros mismos y sentirnos alentados con retroalimentación, no solo activa nuestra memoria, si no que nos motiva a seguir profundizando.
Esta teoría fue ideada por el psicólogo Jerome Bruner en 1961 y como verás, sigue vigente en nuestros días.
Por eso aquí te damos seis consejos para ayudarte a integrar el aprendizaje por descubrimiento en el diseño de tu curso online.
Incorpora Preguntas Abiertas
Esto te ayuda a que tus aprendices resuelvan en vez de solo alimentarlos con información. Si logran resolver por su cuenta, es más fácil que entiendan los procesos y se establezca en su memoria el por qué y el cómo. Lo mejor para lograr este objetivo, es mantener sesiones en vivo semanales, donde todos puedan exponer sus ideas sobre alguna pregunta o cuestionario previo en forma de tarea por video llamada o incluso, por chat. Los ensayos cortos pero concisos sobre sus ideas también es una gran forma de que profundicen en el tópico. Algunos docentes del e-learning recomiendan abrir foros donde se planteé una pregunta diaria que mantenga a los estudiantes cuestionándose y alentados a explorar el tema.
De lo Conocido a lo Desconocido
Comienza con conceptos sencillos y de ahí, introdúcelos poco a poco a nuevos temas que se relacionen con su esquema mental. Esto con la finalidad de que se sientan más cómodos en la transición del territorio del aprendizaje. Invítalos a tutoriales de entrenamiento online, demos y a inventar escenarios donde se enfrenten a la toma de decisiones.
Fomenta la Autorreflexión
La autorreflexión es el elemento más importante en el aprendizaje por descubrimiento. Los estudiantes pueden evaluar sus propios conceptos y adaptar un significado al contenido. Los ejemplos en un contexto real y experiencias personales son excelentes para que los estudiantes se reflejen en la materia. Un buen recurso para alentar la autorreflexión es agregar tareas en forma de ensayos. Estos ensayos ayudan a tus estudiantes a darse cuenta de que saben más del tema de lo que se imaginan y los motiva a seguir profundizando sobre sus conocimientos. De este modo, se comprometen a mantener una investigación activa del contenido.
Aplica Contextos
La forma más tradicional de aprendizaje es por rutina. Se espera que tengas ciertos conocimientos y los regurgites cuando se te pide. Pero este tipo de aprendizaje es peligroso ya que usualmente es remoto. Por ejemplo, de jóvenes aprendemos cosas de las que no sabemos cuándo o si las llegaremos a ocupar alguna vez posteriormente. Cuando ofreces un curso en línea, asegúrate de que el conocimiento que aportes sea útil para tus estudiantes en la práctica profesional.
Crea Grupos de Estudio
Los consejos que estamos dando, funcionan mejor cuando se trabajan en equipo. Aunque los grupos de trabajo, tienen una mala reputación de que solo algún(os) miembro(s) del equipo se pone(n) a trabajar, puedes evitar esta problemática al mantener un control de todas las sesiones. Divide a tus estudiantes en pares o grupos. Dales proyectos que puedan realizar vía redes sociales, y únete a sus grupos como modulador o administrador. De este modo, puedes observar la interacción para estar pendiente del compromiso de cada estudiante, calificando su participación.
Da Retroalimentación
Habrás notado que el aprendizaje por descubrimiento se alimenta de la participación. La supervisión es esencial para cualquier estrategia de aprendizaje. El elemento humano es importante, así que necesitas ser accesible para tus alumnos y que mejor que por los recursos que ya tenemos a la mano gracias al internet: video llamadas, audios o chat. Programa sesiones individuales donde puedas darles retroalimentación personal y puedan realizar preguntas específicas. Otra gran idea es crear un programa de mentores entre los alumnos que facilite la retroalimentación y el apoyo colaborativo.
Recuerda, la clave del éxito en el diseño de tu curso online es empoderar y motivar a tus estudiantes a seguir cuestionándose y tomar la iniciativa de su aprendizaje.